Grafológicamente, la firma es una biografía abreviada de su autor.
Debe observarse conjuntamente con un texto que la acompañe, pero de cualquier forma, de acuerdo a ciertas características específicas de su signatura, se puede distinguir lo siguiente:
La ubicación en el papel indica que se manifiesta como una persona reservada, con cierta timídez.
Según el tamaño de la firma, mediano, tiende a una extraversión moderada.
El predominio de formas rectas, revela disciplina, orden y cierto prágmatismo.
El ángulo muy ascendente índica una gran autoexigencia y búsqueda de perfección.
La velocidad media señala una persona medida y justa en su accionar.
Según la presión de la escritura, posée un temperamento intenso, apasionado.
La rúbrica indica seguridad y determinación; una persona que busca concretar sus metas, enfrentando los desafíos y las nuevas situaciones.
Al ser totalmente legible, indica que se muestra a los demás con sinceridad y autenticidad desde el principio.
La utilización de las mayúsculas en la firma permite deducir que tiene una autovaloración real, y una autoestima equilibrada.
El predominio del nombre, demuestra un 'Yo' íntimo muy fuerte, y una gran autoaceptación.
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